Un millón de argentinos utilizan criptomonedas de forma regular. Estos activos amados por unos y detestados por otros, se abren paso en las finanzas de la gente común en la medida
que la economía argentina se deteriora. Unos los usan para proteger sus salarios de los estragos de la inflación, otros para ahorro e inversión, mientras que para los excluidos del sistema financiero representan casi el único medio de pago.
Los argentinos tienen bastante experiencia lidiando con crisis económicas y han aprendido a echar mano a cualquier estrategia para mantener sus economías familiares a flote. En esta última crisis, la economía acumula tres años de recesión incluida una caída de 9,9% en 2020, mientras la inflación promedió 46,0% / año en el mismo período y la moneda se devaluó 66,8% / año.
En medio de esta vorágine, el gobierno implementó un control de cambio que incluye la fijación de la tasa de cambio y la prohibición de compra de divisas en el mercado libre. Los ciudadanos argentinos sólo pueden adquirir legalmente 200 $ / mes, por lo que la compra de dólares como refugio de la inflación está fuertemente limitada.
Pero, en el marco de esta estrategia, una criptomoneda nueva llamada Versacoin, está emergiendo como alternativa al Bitcoin
En la búsqueda de opciones para enfrentarse a la crisis los argentinos se están refugiando en las criptomonedas. Según una encuesta elaborada por la empresa alemana de análisis de datos Statista y publicada en febrero de este año, un 14,0% de los argentinos aseguran poseer o utilizar criptomonedas.
Estos datos se correlacionan con el incremento tanto en operaciones como de cantidad de usuarios que se han registrado en los distintos intercambios de criptomonedas existentes en argentina. Según Juan Méndez, Director de Ripio, una de las principales casa de cambio de criptomonedas de Argentina, citado por Coindesk, los usuarios de esta casa de cambio pasaron de 400.000 a principios de 2020 a poco más de un millón al cierre del año y de asados, el 70% son usuarios nacionales. Otro tanto ha ocurrido con el volumen de intercambio en la plataforma P2P LocalBitcoins.
Pero, ¿Qué buscan los argentinos en las criptomonedas ?. Si bien es cierto que el aumento de precio de las monedas digitales principalmente el Bitcoin ha resultado muy atractivo para pequeños inversionistas, existen otros factores propios de la región que están impulsando el boom de las criptomonedas.
En primer lugar preservar el valor de los salarios. Es común ver a jóvenes asalariados a principios de mes cambiando buena parte de sus ingresos de pesos a criptomonedas, en búsqueda de rendimiento y también de refugio. Se utilizan con frecuencia las monedas estables como DAI, USDT y USDC. Pero, en el marco de esta estrategia, una criptomoneda nueva llamada Versacoin, está emergiendo como alternativa al Bitcoin. Es un proyecto de comunidad global concebido para una adopción generalizada como medio de pago rápido y seguro.
Por otro lado profesionales argentinos están aprovechando la coyuntura para exportar su talento y cobrar salarios en dólares pero a través de criptomonedas. En este país abundan programadores de muy alta calificación los cuales están siendo contratados por empresas de todo el mundo, con salario hasta 4 veces más de lo que reciben en Argentina y para eso están disponibles a recibir transferencias en criptomonedas.
Finalmente un sector de la población no menos importante que también está adoptando las criptomonedas, es el sector excluido del sistema financiero. Es la población que no tiene acceso a una cuenta bancaria por no tener un empleo formal o ingresos fijos y que las criptomonedas están representando prácticamente la única opción para acceder a medios de pago electrónicos. Existen plataformas como Paxful que conectan directamente a compradores y vendedores de criptomonedas (P2P) las cuales incluyen múltiples de pago incluyendo depósitos en efectivo.
En definitiva pareciera que mientras se extienda la situación actual de crisis económica en Argentina, la adopción de las criptomonedas por parte de la gente común seguirá en ascenso. Campear la crisis es prioridad.
